Además del incremento de casos de COVID-19 (más de 1 millón 300 mil contagiados y más de 80 mil muertes), otra inquietud los tiene nerviosos a los estadounidenses: la llegada de una plaga que podría disminuir las poblaciones de abejas productoras de miel, el «avispón asesino».
A finales de 2019 llegó a Norteamérica un insecto que puede acabar con un panal de abejas en unas pocas horas; se trata de la Vespa mandarinia, un insecto que fue identificado por primera vez a finales del año pasado y que poco a poco se ha expandido por territorio estadounidense. Puede medir hasta 5 centímetros.
Se le denomina “avispón asesino”, aunque también suelen llamarlo el “avispón gigante asiático”.
Aún no es muy claro cómo llegó este insecto a Estados Unidos, es posible que haya llegado primero a Canadá en algún cargamento. Allí fue visto por primera vez en Columbia Británica y, con el tiempo, se trasladó al Estado de Washington.
Los entomólogos se están preparando para lo peor. ¿El motivo? «Las reinas hibernan en invierno y no salen de casa durante ese tiempo, normalmente. Ahora es la época del año en la que creemos que comenzarán a salir y a establecer nuevas colonias», ha expresado el Departamento de Agricultura del Estado de Washington (WSDA, por sus siglas en inglés).
La gran preocupación se debe a que, aunque el «avispón asesino» se alimenta de la savia de frutas, su menú también incluye las abejas productoras de miel. Las decapitan con sus poderosas pinzas para luego llevar los cuerpos a sus crías. Un par de horas es suficiente para que destruyan un panal por completo.
El problema se profundiza debido a que entre 1947 y 2017 las poblaciones de las abejas melíferas, claves en procesos de polinización, se desplomó. Pasó de 6 millones a 2,5 millones.
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