Creta, Grecia. El olivo, árbol milenario consagrado a la diosa Atenea en Grecia, simboliza la paz, la victoria y la castidad. Los recién casados y los muertos eran coronados con guirnaldas de olivo, mientras que los guerreros triunfadores y los vencedores de los Juegos Olímpicos lo utilizaban como un atributo. El olivo silvestre, por su parte, estaba consagrado a Apolo y se plantaba delante de los templos.
El olivo es un árbol majestuoso que puede llegar a vivir más de 2,000 años, y algunos de ellos incluso superan este promedio. Estos árboles han sido los productores del maravilloso aceite de oliva durante siglos, especialmente en la cuenca mediterránea. Pero, ¿cuál es el olivo más viejo del mundo que todavía produce preciadas aceitunas?
Para encontrarlo, hay que viajar a la isla de Creta, donde se encuentra el antiguo Olivo de Vouves en el pueblo de Ano Vouves. Aunque su edad exacta no se puede verificar utilizando radioisótopos ya que el tronco está hueco, los científicos de la Universidad de Creta estiman que tiene 4,000 años. Se presume que este árbol apareció por primera vez en el 2,100 a.C., en el periodo subminoico de la historia de Creta.
El Olivo de Vouves ha sido declarado «monumento del patrimonio natural» por el Secretario General de la Región de Creta. Junto al árbol se encuentra el Museo del Olivo de Vouves, que en años normales recibe a unas 20,000 personas que quieren ver de cerca esa maravilla. Con su imponente volumen y su tronco surcado de miles de arrugas, este olivo es un espectáculo impresionante para cualquier persona que se acerque a verlo.
Pero el Olivo de Vouves no es el único olivo milenario que aún vive. Los otros dos olivos más antiguos del mundo se encuentran en el Líbano y en Israel. El primero está en el pueblo de Bechealeh, en el norte del Líbano, donde hay otros 15 olivos junto a él que tienen miles de años de antigüedad. Los lugareños dicen que estos árboles son la fuente de la rama de olivo que la paloma trajo a Noé después del diluvio. Están plantados a una altitud de 1,300 metros y todavía producen aceitunas.
El otro olivo súper milenario se llama al-Badawi y está en el pueblo de Al-Walaja, en Belén. Calculan que tiene cerca de 4,000 años y su tronco posee una increíble circunferencia de 25 metros. En otras dos ciudades, Deir Hanna y Arraba, hay olivos de 3,000 años que todavía producen aceitunas.
En resumen, estos árboles milenarios son testimonio de la longevidad del olivo y su importancia cultural y económica en todo el mundo. Estos árboles han sobrevivido a guerras, desastres naturales y el paso del tiempo, y continúan de pie.