Querétaro. Las jacarandas son una de las joyas más coloridas de muchas ciudades en México, pero ¿sabías que fueron introducidas en nuestro país por un japonés llamado Tatsugoro Matsumoto? Este jardinero imperial en Tokio fue contratado por el gobierno peruano para diseñar hermosos jardines y, antes de llegar a ese país, pasó por México y se maravilló por el amor que los mexicanos tenían por las flores y las plantas.
Matsumoto llegó a México en 1897 y se estableció en la colonia Roma, donde empezó a hacerse de un nombre entre los millonarios de aquel entonces. El Presidente Porfirio Díaz le pidió que hiciera varios arreglos florales en la residencia presidencial, en el Castillo de Chapultepec. En 1910, durante una exposición de productos japoneses en el “Palacio de Cristal”, Matsumoto montó un jardín que inauguró el propio presidente de México, Porfirio Díaz, y la delegación diplomática de Japón.
Después de los conflictos políticos de la Revolución Mexicana, los Matsumoto le recomendaron al presidente Álvaro Obregón que plantara árboles de jacaranda en las principales avenidas de la Ciudad de México, un árbol que había introducido desde Brasil, donde se llama Yacarandá, y que gracias a sus dotes en la jardinería, había logrado que las jacarandas se reprodujeran en su vivero. Desde entonces, las jacarandas han adornado muchas ciudades en marzo y abril.
Matsumoto dejó un gran legado en México y en estados como Querétaro, en donde dejó su corazón, ya que nunca regresó a su natal Japón, muriendo en 1955 a la edad de 94 años. Las jacarandas son una muestra de su talento y amor por la naturaleza que hoy disfrutan muchos mexicanos y visitantes de nuestro país.