Talarán miles de arboles
El gobierno federal desmontará más de 11 mil árboles en la selva maya, para la construcción de la Fase 1 del Tren Maya. De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de esta obra, que presentó el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Se afectará una superficie de dos mil 525 hectáreas, por el Derecho de Vía de la Fase 1 del Tren Maya; 606 hectáreas, un 24 por ciento, corresponden a la selva maya.
La tala de la selva afectará a cinco especies que tienen categoría de riesgo: el Astronium graveolens, la Cedrela odorata, la Magnolia mexicana, la Sabal yapa y la Chamaedorea elegans.
Además de los 20 metros de tala de árboles, a cada lado de la vía, los activistas están preocupados por el impacto ecológico del Tren Maya, el cuál puede ser incluso mayor a los miles de arboles que se talarán; le dirigieron una carta al presidente, en la que mencionan esta preocupación por la construcción del Tren Maya:
Generará inevitablemente ruido, contaminación, extracción de recursos pétreos, obras de cimentación y nuevos centros de población [en reservas protegidas]».
Jaguares en riesgo
Cuando se anunció el trazado del Tren Maya, los especialistas advirtieron del gran número de especies que estaban en peligro; una de ellas son los jaguares, sólo quedan al rededor de 4 mil 800 ejemplares en México.
Gerardo Ceballos, presidente de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, ha señalado que cerca de dos mil jaguares corren peligro, debido a que el proyecto gubernamental atravesaría áreas naturales protegidas, incluyendo el Parque Nacional Tulum y las reservas de Yum Blam, Sian Ka’an y Calakmul.
Afectará el agua de la región
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) creó un grupo con la finalidad de analizar los riesgos de la construcción y ejecución del Tren Maya; el cual encontró que la situación del agua podría ponerse complicadísima para la región.
Tendrá un impacto negativo en los servicios ambientales que nos brindan los ecosistemas que serán afectados”.
Los científicos de este grupo de Conacyt destacan los daños en el manto freático de la Península de Yucatán, en el anillo de cenotes —denominado Reserva Geohidrológica en 2013— y la pérdida de agua en los principales sistemas costeros de la región.
Asimismo, señalan que el agua recuperada en Calakmul, que alimenta más de 60% de las cuencas en Yucatán, podría estar en riesgo.
Fotografía: trenmaya.gob.mx