Argentina. Este domingo inició una nueva etapa para Argentina con la toma de posesión de Javier Milei como presidente para el periodo 2023-2027. El mandato arranca con propuestas ambiciosas, entre ellas reformas fiscales y laborales, así como privatizaciones en el país. Aunque la incertidumbre rodea estas propuestas, abre la puerta a un periodo de transformación y cambio que será seguido de cerca por la ciudadanía y observadores internacionales.
El Palacio San Martín, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, fue testigo de encuentros de alto nivel el sábado, liderados por Milei y su canciller designada, Diana Mondino. Mientras tanto, Buenos Aires se preparaba para la ceremonia oficial de traspaso en los alrededores del Congreso de la Nación, con pantallas y vallas de seguridad ya instaladas.
La jornada de investidura comenzó con los juramentos de la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, y del propio presidente Milei, seguidos de la entrega de atributos presidenciales de Alberto Fernández a su sucesor. Milei optó por dar su discurso a la ciudadanía en lugar del tradicional ante la Asamblea Legislativa.
El gabinete de Milei, compuesto por nueve miembros, asumió funciones el mismo 10 de diciembre, con destacadas figuras como Patricia Bullrich como Ministra de Seguridad y Luis Caputo en la cartera de Economía.
En su primer discurso, Milei anunció acciones para revertir los desafíos económicos dejados por la administración anterior y criticó duramente al kirchnerismo, calificándolo como la peor herencia en la historia del país. Adicionalmente, expresó su compromiso de evitar el camino de la Venezuela de Chávez y Maduro mediante un ajuste ordenado en las finanzas.
El mandatario aseguró que no buscará venganza contra la clase política, pero instó a todos a unirse al nuevo proyecto para cambiar la realidad de Argentina. Destacó la libertad como un pilar fundamental de su gestión y afirmó que, a pesar de los desafíos, lograrán sacar adelante al país.
La jornada concluyó con la ceremonia de jura de ministros en la Catedral Metropolitana y una función especial en el Teatro Colón. Milei y su comitiva se retiraron, marcando así el inicio de una nueva era en la historia argentina.
Antes de asumir oficialmente la presidencia, Javier Milei, líder de La Libertad Avanza, abandonó el Hotel Libertador en Buenos Aires, donde estableció su cuartel de campaña y su oficina de trabajo. Acompañado por su hermana y principal asesora, Karina Milei, fue recibido por una animada comitiva que lo acompañó hacia el Palacio Legislativo.
La toma de protesta contó con la presencia de líderes internacionales como el rey de España, Felipe VI, los presidentes de Chile, Uruguay, Paraguay, y el primer ministro de Hungría, entre otros.
En su primer discurso como presidente, Milei prometió una nueva era de prosperidad, libertad y progreso, marcando el fin de décadas de luchas internas y señalando un camino hacia la reconstrucción del país.