El gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, en Argentina, sufrió una aplastante derrota en las elecciones primarias del domingo 12 de septiembre. Sus candidatos perdieron en 18 provincias: Buenos Aires, Capital Federal, Chaco, Chubut, Corrientes, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Santa Fe, San Luis y Tierra del Fuego.
El Frente de Todos, de Fernández, presentó las primarias como un plebiscito de la gestión y fue derrotado en las urnas, incluso en distritos que históricamente le eran favorables, como las provincias de Santa Cruz y de Chaco.
En la mesa en la que votó Alberto Fernández, presidente argentino, dentro de la Universidad Católica Argentina (UCA), el Frente de Todos quedó tercero, muy lejos de Juntos por el Cambio. Dicha mesa, con el número 69, obtuvo un total de 219 votos, incluyendo los tres en blanco; el 75.34% de los sufragios se inclinó por Juntos por el Cambio (165 votos); 104 a favor de María Eugenia Vidal; 59 en apoyo a Ricardo López Murphy, y 2 fueron para Adolfo Rubinstein.
Los resultados de las primarias anticipan un cambio en la relación de fuerzas del Congreso argentino: de repetirse estos números en las elecciones generales de noviembre, Cristina Fernández de Kirchner perdería el quórum en el Senado (obtendría 35 bancas, dos menos que el quórum) y oficialismo dejaría de ser la primera minoría en Diputados.
Juntos por el Cambio logró ganar en 15 provincias y de esta manera se posiciona con un importante margen de cara a las elecciones generales de noviembre.