Ciudad del Vaticano. Se presentó el Family Global Compact (Pacto Global Familiar), un pacto global entre universidades y pastoral con el objetivo de promover la cultura familiar. Este programa de acciones busca establecer un diálogo entre la pastoral familiar y los centros de estudio e investigación sobre la familia en universidades católicas de todo el mundo. La iniciativa surge del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y de la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales.
El Family Global Compact pretende convertirse en una agenda de trabajo que promueva nuevas políticas sociales, económicas y culturales, así como nuevos servicios en el territorio, y que vincule las actividades pastorales con la vida cotidiana de las familias. Busca fomentar una mayor inversión de recursos humanos, organizativos y financieros por parte de las universidades en temas relacionados con la familia en comparación con otras áreas de investigación. El acuerdo tiene como objetivo promover la difusión de buenas prácticas de servicios a las familias tanto en el ámbito civil como en el pastoral, convirtiendo a las familias en protagonistas de la sociedad y haciendo de la familia un verdadero sujeto social.
El documento del Family Global Compact está inspirado en la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, del Papa Francisco, y se invita a las universidades a firmarlo. El objetivo es generar un mayor compromiso con la familia, comunicar de manera más concreta con las nuevas generaciones y proclamar la belleza de la familia tanto a los jóvenes como en el espacio público. El pacto busca resaltar las relaciones familiares como contraposición a la cultura dominante del individualismo y promover la importancia de la familia en la sociedad.
El cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, resaltó la necesidad de una mayor colaboración entre las universidades y entre éstas y la Iglesia en el trabajo sobre temas familiares. Destacó que el mayor desafío para las universidades católicas es llevar a cabo la tarea educativa sobre la familia y la promoción de la vida humana en armonía con la Doctrina Social de la Iglesia. El cardenal subrayó la implicación de las universidades católicas como medio para llevar el mensaje del pacto a un público amplio, incluso más allá de las estructuras eclesiales, proponiendo el valor de la familia en el mundo en un lenguaje laico.
La presentación del Family Global Compact contó con la participación de la hermana Helen Alford, presidenta de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales (PASS). La PASS había dedicado su asamblea plenaria de 2022 a la familia como un «bien relacional». En su declaración final, la asamblea se dirigió a organizaciones internacionales, gobiernos, autoridades nacionales, organizaciones de la sociedad civil, comunidad empresarial, Santa Sede, religiones del mundo y personas de buena voluntad, proponiendo acciones clave para fortalecer la familia como un bien relacional y resistente. Entre las propuestas se encuentran la inclusión de la promoción del bienestar familiar como uno de los nuevos Objetivos de Desarrollo Global de las Naciones Unidas.