París, Francia. Marine Le Pen, líder del partido Rassemblement National (RN), celebró una victoria significativa al obtener más del 34% de los votos en la primera vuelta de las elecciones legislativas. Este resultado la coloca en una posición ventajosa de cara a la segunda vuelta, programada para el próximo domingo 7 de julio. Le Pen ha instado a sus seguidores a consolidar este avance para lograr una mayoría absoluta, lo que permitiría al RN gobernar con mayor facilidad y nombrar a Jordan Bardella como primer ministro.
Le Pen, visiblemente satisfecha con el resultado, declaró: «La democracia ha hablado y ha aniquilado al bloque macronista». Subrayando la necesidad de una mayoría contundente, hizo un llamamiento enfático a los votantes: “Necesitamos una mayoría absoluta para que Jordan Bardella sea nombrado primer ministro por Emmanuel Macron en ocho días”. Esta petición refleja su intención de “pasar página” y poner fin al gobierno actual, al que calificó de “despreciativo y corrosivo”.
La cohabitación: Historia y precedentes
El término “cohabitación” se refiere a la situación en la que el presidente de la República y el primer ministro pertenecen a partidos políticos distintos. Esta situación no es nueva en Francia. La primera cohabitación ocurrió en 1986, con el socialista François Mitterrand como presidente y Jacques Chirac, del partido conservador, como primer ministro. Posteriormente, en 1993, Mitterrand volvió a experimentar la cohabitación con Édouard Balladur como primer ministro. Entre 1997 y 2002, fue el turno del conservador Chirac de presidir junto con el socialista Lionel Jospin.
El mensaje de Bardella
Jordan Bardella, potencial primer ministro bajo un gobierno del RN, reafirmó su compromiso con el proyecto del partido y lanzó un mensaje directo a Macron: “Seré respetuoso con la presidencia de la República, pero también inflexible con nuestro proyecto. Respetaremos las reglas democráticas. Seré el garante de las libertades del pueblo de Francia”.
Un futuro incierto
La segunda vuelta de las elecciones será decisiva. Si el RN logra la mayoría absoluta, Francia entrará en un nuevo capítulo político, con implicaciones profundas tanto a nivel nacional como internacional. Mientras tanto, Macron lucha por evitar un resultado que podría limitar severamente su capacidad de gobernar y llevar adelante su agenda política. Los próximos días serán cruciales para definir el rumbo que tomará Francia en los próximos años.