La Batalla del 5 de mayo de 1862, en Puebla, fue la primera que ganó México en una guerra. El ejército francés llevaba años sin que nadie los derrotara, por lo que se hacían llamar “el mejor ejército del mundo”.
Los miembros del ejército francés tenían una buena preparación, además del armamento adecuado para la lucha; por otro lado el ejército mexicano se encontraba en condiciones difíciles, con soldados inexpertos, en un caos generalizado que vivía el país en la época; sin embargo, el 5 de mayo de 1862 las tropas francesas, que invadían México, fueron derrotadas en la Batalla de Puebla.
Los franceses estaban comandados por el Conde de Lorencez, quien pronto se dio cuenta de la fragilidad de México y por ello, con toda confianza, escribió al ministro francés de Guerra:
Somos tan superiores a los mexicanos en organización, disciplina, raza, moral y refinamiento de sensibilidades, que le ruego anunciarle a Su Majestad Imperial, Napoleón III, que a partir de este momento y al mando de nuestros 6,000 valientes soldados, ya soy dueño de México.»
El general Ignacio Zaragoza, quien dirigía el ejército de Oriente, fue al encuentro de los franceses, con la finalidad de detenerlos en su camino a la capital del país. La mañana del 5 de mayo de 1862 inició la famosa batalla, alrededor de las 11:15 de la mañana comenzó el enfrentamiento, con un cañonazo desde el Fuerte de Guadalupe.
Durante tres horas el ejército mexicano repelió el ataque francés. Los soldados mexicanos contuvieron el embate de los europeos. Lorencez trató por todos los medios de hacerse con el fuerte, pero su ejército terminó retrocediendo, en completa dispersión.
Alrededor de las 5:00 de la tarde del mismo día, Zaragoza envió un telegrama para informar del resultado de la batalla.
Las armas del Supremo Gobierno se han cubierto de gloria: el enemigo ha hecho esfuerzos supremos por apoderarse del Cerro de Guadalupe, que atacó por el oriente de izquierda y derecha durante tres horas: fue rechazado tres veces en completa dispersión. Calculo la pérdida del enemigo, que llegó hasta los fosos de Guadalupe en su ataque, en 600 o 700 entre muertos y heridos; 400 habremos tenido nosotros.»