Querétaro. La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) ha dado un paso importante en el desarrollo de tecnología de apoyo para personas con discapacidades de habla y movilidad. La Facultad de Ingeniería, en colaboración con distintas áreas académicas, presentó el “Dispositivo de asistencia para el habla y control de silla de ruedas”. Este proyecto es fruto del Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (Foper) y fue impulsado por Natalia Margarita Rendón Caballero y Michel Guadalupe Rojo González, exalumnas de la UAQ, con la asesoría Marco Romo Avilés.
La iniciativa responde a las necesidades de quienes enfrentan limitaciones severas debido a condiciones neurológicas o lesiones de médula espinal. En Querétaro, se estima que alrededor de 2,368 personas viven con esclerosis lateral amiotrófica, y los siniestros viales en 2022 superaron los 10 mil casos, un factor que agrava la incidencia de condiciones que afectan el control motor.
El dispositivo combina dos áreas: un sistema de control de silla de ruedas y una tecnología para la comunicación mediante “habla imaginada”. A través de señales electroencefalográficas (EEG) y análisis de actividad muscular, permite el manejo del equipo y la reproducción de palabras clave sin que la persona tenga que emitir sonidos. La base de datos creada para el dispositivo incluye términos básicos de comunicación, como «comida», «agua», «ayuda», «sí» y «no», indispensables en situaciones de dependencia y asistencia.
Para desarrollar estas funcionalidades, el equipo se unió al Laboratorio de Neuropsicología de la UAQ, donde ocho estudiantes participaron en pruebas de EEG, conectados al dispositivo para captar las ondas cerebrales relacionadas con palabras clave. Esto permitió interpretar la “habla imaginada”, un avance que mejora las opciones de comunicación para quienes han perdido la capacidad de articular palabras.
El dispositivo también integra una placa diseñada para coordinar el sistema de movilidad de la silla y una pantalla que proyecta los conceptos seleccionados. En este aspecto, se colaboró con la Facultad de Lenguas y Letras y su Laboratorio de Estudios del Lenguaje, que facilitó la grabación de los términos. Además, la Facultad de Química aportó sus recursos del Laboratorio de Fisioterapia para la recolección de datos musculares, base fundamental para el control de movimientos de la silla.
Este avance de la UAQ no sólo es una muestra de innovación tecnológica, sino también un ejemplo de colaboración académica al servicio de la mejora en la calidad de vida de personas con discapacidades, quienes ahora podrán contar con una herramienta avanzada que facilita su autonomía en el entorno cotidiano.