Sierra Gorda, Qro. En un esfuerzo conjunto, académicos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) están llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre las variedades de maguey en la Sierra Gorda de Querétaro. Esta iniciativa, que surge ante el creciente auge de las industrias del tequila y el mezcal, tiene como propósito principal la conservación de las especies nativas de agave, amenazadas por la expansión de prácticas productivas que priorizan el cultivo de agave azul.
El proyecto, denominado «Auge mezcalero y deudas de extinción: investigación interdisciplinaria hacia la sustentabilidad», involucra a destacados académicos de la UAQ, entre ellos Marcela Quiroz Sodi, coordinadora del campus Camargo, y Luis Hernández Sandoval y Rosalinda González Santos, de la Facultad de Ciencias Naturales. Esta investigación no sólo busca analizar el estado actual de las especies de agave en la región, sino que también ha dado lugar al desarrollo de dos tesis estudiantiles, un artículo científico y actividades de extensión en los municipios de Cadereyta de Montes y Peñamiller.
En la Sierra Gorda se han identificado 26 especies de agave, las cuales se encuentran en estado silvestre o son cultivadas para la producción de pulque y aguamiel. Sin embargo, la reciente introducción de variedades como el agave azul, destinado a la producción de tequila y mezcal, ha generado preocupación entre los investigadores, quienes advierten sobre los posibles impactos negativos de estas prácticas en la biodiversidad local.
Quiroz Sodi subrayó la importancia de recuperar el conocimiento ancestral asociado a las variedades nativas de maguey, que forman parte integral de la cultura de las comunidades serranas. Estas plantas, a menudo encontradas en los traspatios de las familias, en milpas y potreros, son manejadas de manera distinta a las grandes plantaciones industriales que predominan en otras regiones del país.
El aprovechamiento del maguey en la Sierra Gorda es total: sus flores y quiote se consumen, las hojas se utilizan para la elaboración de fibras y forrajes, y su savia es la base para la producción de aguamiel y pulque. Además, el maguey contribuye a la retención de humedad en el suelo, atrae polinizadores, y constituye un elemento fundamental en la tradición y cultura mexicana.
Finalmente, Quiroz Sodi destacó la relevancia de este tipo de investigaciones para generar un conocimiento profundo sobre las especies de agave en la región y promover la conservación de estas plantas, esenciales para mantener el equilibrio ecológico y cultural en la Sierra Gorda. La participación activa de los investigadores y estudiantes de la UAQ es crucial para asegurar la protección de las variedades nativas de maguey y, con ello, preservar el patrimonio natural y cultural de Querétaro.