Ciudad del Vaticano. La Iglesia católica amaneció de luto este lunes tras confirmarse la muerte del papa Francisco a los 88 años, en Roma, menos de 24 horas después de su última aparición pública durante la misa de Pascua. El anuncio fue realizado por el camarlengo, el cardenal Kevin Farrell, quien también asumirá la dirección interina del Vaticano durante el periodo de sede vacante.
«El Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre», declaró Farrell en un mensaje grabado, donde agradeció la vida de servicio del pontífice. La causa oficial de su fallecimiento fue un ictus cerebral y un colapso cardiovascular irreversible, según informó el Vaticano.
Jorge Mario Bergoglio, primer pontífice latinoamericano, había sido elegido en 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI. En sus últimos días, afectados por problemas de salud, Francisco continuó transmitiendo mensajes de esperanza. Su último discurso, leído por un asistente desde el balcón de San Pedro durante la Pascua, instó a “renovar la confianza en los demás, incluso en quienes son diferentes”.
Últimas palabras de un líder espiritual
Durante la tradicional bendición Urbi et Orbi, Francisco fue visto en silla de ruedas, saludando a la multitud con visible fragilidad. El clérigo encargado de leer su mensaje transmitió sus últimos llamados a la paz, la libertad y la solidaridad mundial: «No puede haber paz sin libertad religiosa…». Con voz tenue, sus últimas palabras fueron: «Queridos hermanos y hermanas, ¡Felices Pascuas!».
El papa realizó ese domingo un recorrido en papamóvil por la Plaza de San Pedro, bendiciendo bebés entre la multitud de más de 50 mil fieles que se congregaron para verlo por última vez. Muchos ya intuían que sería su despedida.
Duelo en el corazón del catolicismo
La noticia de su muerte generó una conmoción inmediata. Las campanas de la Basílica de San Pedro comenzaron a sonar poco después de las 7:35 a.m. (hora local). Cientos de personas, entre lágrimas, se acercaron al Vaticano para rendirle homenaje. «Lo recordaremos por su lucha por una Iglesia más inclusiva», comentaban feligreses de diversas nacionalidades entrevistados por la prensa.
La página oficial del Vaticano cambió su portada en cuestión de horas, reemplazando la imagen del Papa por el escudo de sede vacante, símbolo de que la Iglesia universal se encuentra momentáneamente sin guía.
El funeral y la transición
El cuerpo del papa fue colocado en un sencillo ataúd de madera, tal como él lo había solicitado. A diferencia de sus predecesores, no será exhibido sobre un catafalco ni enterrado en la cripta del Vaticano, sino en la Basílica de Santa María la Mayor. El miércoles será trasladado para que el público pueda presentar sus respetos.
La Iglesia entró oficialmente en el periodo conocido como sede apostólica vacante. El cardenal Farrell liderará este proceso, que incluye la organización del funeral y el cónclave para elegir al próximo papa. Según el protocolo, el entierro debe realizarse entre el cuarto y el sexto día tras el fallecimiento.
¿Qué es la sede vacante?
Durante la sede vacante, todas las funciones del pontífice cesan y gran parte de los cargos del Vaticano quedan suspendidos. Sólo el camarlengo, el penitenciario mayor y el vicario de Roma conservan sus responsabilidades. El gobierno de la Iglesia recae temporalmente en el Colegio de Cardenales, cuyo papel se limita a gestionar asuntos urgentes y organizar la elección del nuevo papa.
Cada día, los cardenales se reunirán en congregaciones generales para abordar temas logísticos y espirituales. El cónclave, que debe iniciar entre 15 y 20 días después del fallecimiento, se desarrollará bajo estricto secreto en la Capilla Sixtina.