Querétaro. Este quinto domingo del Tiempo Ordinario, la Diócesis de Querétaro comparte el Evangelio según San Lucas (5, 1-11), donde se narra el llamado de Jesús a Simón Pedro y sus compañeros, quienes, después de una pesca milagrosa, dejaron todo para seguir al Maestro.
El pasaje inicia con Jesús enseñando a la multitud a orillas del lago de Genesaret. Para ser mejor escuchado, sube a la barca de Simón Pedro y, tras predicar, le ordena remar mar adentro y lanzar las redes. A pesar de haber pasado la noche sin capturas, Pedro obedece y obtiene una pesca abundante, tan grande que las redes se rompían.
Este signo conmueve profundamente a Pedro, quien, reconociendo su pequeñez ante el poder divino, se postra ante Jesús y le dice: «¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!». Sin embargo, el Maestro le responde con una llamada transformadora: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres».
El relato evangélico nos invita a confiar en la palabra de Dios, aun cuando las circunstancias parezcan adversas. Pedro y sus compañeros dejaron todo atrás y siguieron a Jesús, mostrando la disposición necesaria para una vida de fe y misión.
La Diócesis de Querétaro exhorta a los fieles a reflexionar sobre este pasaje y a preguntarse: ¿Estamos dispuestos a seguir a Cristo y ser pescadores de hombres en nuestro entorno?