Quito, Ecuador. En un acto de violencia que sacudió la campaña electoral ecuatoriana, el candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinado este miércoles de tres disparos en la cabeza, por sicarios, al finalizar un mitin político en la capital, Quito. El presidente Guillermo Lasso reaccionó con indignación y consternación, declarando un estado de emergencia nacional de 60 días y convocando una reunión de seguridad de urgencia para abordar el impactante suceso.
«Por su memoria y por su lucha, les aseguro que este crimen no va a quedar impune», subrayó el presidente Lasso en un comunicado emitido tras el asesinato.
Según las autoridades, seis sospechosos de nacionalidad extranjera y pertenecientes a grupos de delincuencia organizada han sido detenidos en relación con el asesinato. Las investigaciones están en curso y el ministro del Interior ecuatoriano, Juan Zapata, no proporcionó más detalles sobre el caso.
Verónica Sarauz, la esposa de Villavicencio, utilizó la red social X para expresar su dolor y afirmar que su esposo fue asesinado debido a su valiente enfrentamiento contra las mafias políticas y los narcotraficantes.
Las imágenes difundidas por los medios muestran el momento en que el candidato abandonó el colegio Anderson, donde tuvo lugar el mitin de campaña, y subió a una camioneta gris antes de recibir una ráfaga de disparos. A pesar de ser trasladado a la Clínica de la Mujer, Villavicencio no pudo sobrevivir a sus heridas.
El país se sumió en la conmoción y el terror mientras se desarrollaba el acto de campaña en el colegio Anderson. Patricia Villavicencio, hermana del candidato asesinado, culpó al gobierno de Lasso y al ministro Zapata por no proteger a su hermano y permitir la violencia que acabó con su vida.
Fernando Villavicencio, periodista de profesión y ex miembro de la Asamblea Legislativa por el partido Alianza Honestidad, había centrado su campaña en temas de seguridad, reducción de la destrucción ambiental y lucha contra la corrupción. Su creciente apoyo lo había situado en segundo lugar en las preferencias ciudadanas en los últimos sondeos.
El asesinato de Villavicencio es el último de una serie de actos violentos que han ensombrecido la campaña electoral ecuatoriana. El pasado julio, el candidato a la Asamblea Rider Sánchez fue asesinado, seguido de la muerte del alcalde de Manta, Agustín Intriago, en un ataque armado. La violencia ha llevado a la Misión de Observación Electoral de la OEA a instar a los candidatos a fortalecer sus medidas de seguridad y a las autoridades a garantizar la integridad de los contendientes.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también instó al Estado a investigar diligentemente estos hechos y prevenir la violencia política durante el proceso electoral. Los primeros miembros de la Misión de Observación Electoral llegarán al país para contribuir a la preservación de un ambiente seguro y democrático durante el proceso electoral.
La trágica muerte de Fernando Villavicencio resalta los desafíos de la democracia ecuatoriana en medio de la violencia política y el clamor por un ambiente político más seguro y justo.