Ciudad de México. Diana Bellini, protectora de colibríes, fundó Adopta un Colibrí, un proyecto que tiene como objetivo preservar a los colibríes en distintas partes del mundo. Desde hace más de un año, la organización se ha encargado de difundir información actualizada para la preservación de los colibríes, colaborar con espacios de rehabilitación y reintegración de colibríes en la naturaleza, donar plantas, plantar y cuidar el Santuario de Adopta un Colibrí, crear opciones de alimentos para hogares en la Ciudad de México y explicar cómo funciona un bebedero de colibrí responsable.
Además, han creado el Kit Colibrí, el cual puede ser adquirido directamente en su perfil y que ayuda a mantener el Santuario de Adopta un Colibrí, comprar más flores, pagar al jardinero del Santuario y pagar publicidad para difundir y concientizar a las personas sobre los problemas a los que se enfrentan los colibríes.
El Kit Colibrí tiene un costo de 500 pesos e incluye un dije colibrí, 3 discos de la Mezzosoprano Díana Bellini, un certificado de cocreador del Santuario, una guía digital para ayudar a los colibríes y un calendario pintado a mano por Namhiko Nishizaki.
Los colibríes son una especie exclusiva del Continente Americano, existen 330 especies, de las cuales 58 pertenecen a México. Los colibríes son una especie importantísima para la polinización y nuestro ecosistema. Sin embargo, en México, los colibríes enfrentan dos graves problemas.
El primero es que los colibríes son atrapados para crear «amarres de amor», un ritual que los captura y utiliza provocando su muerte. Este ritual no es practicado abiertamente al público, pero se realizan miles de amarres cada año. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), nueve especies de colibríes se encuentran en peligro crítico de extinción, otras nueve se consideran vulnerables y 11 han sido catalogadas como en peligro. Además, en las grandes ciudades, los colibríes ya se encuentran en peligro de extinción.
El segundo problema es que existe mucha desinformación y que el líquido rojo para los bebederos de colibrí es altamente tóxico para ellos. Muchas personas compran bebederos de plástico con un líquido rojo con el propósito de ayudar, pero se ha comprobado que este líquido comercial contiene colorante rojo # 40 que es de origen artificial y derivado de productos petroquímicos como el alquitrán. El colorante ha demostrado ser cancerígeno y mutagénico en ratas y ratones. Por otro lado, el contenedor de este líquido debe lavarse diariamente para evitar que se formen hongos y se afecte aún más la calidad de vida de estas importantes aves.
Diana Bellini hace un llamado a la sociedad en general para tomar acciones concretas que ayuden a proteger a esta especie. Invita a las personas a ser parte de la solución y a sumarse a su proyecto para crear más santuarios y espacios seguros para los colibríes en la CDMX y en todo México.
A través de la difusión de información, la colaboración con espacios de rehabilitación y reintegración, la donación de plantas y la venta de Kits Colibrí, Diana Bellini y su equipo están logrando un impacto positivo en la conservación de los colibríes y su hábitat natural.
Es importante tomar conciencia sobre la importancia de proteger a los colibríes y contribuir a su preservación, a través de acciones concretas como la creación de espacios con plantas polinizadoras y el uso responsable de los bebederos de colibrí. Adopta un Colibrí es una iniciativa que nos muestra que la protección de la naturaleza es responsabilidad de todos y que podemos hacer la diferencia si actuamos juntos.