Transcurre febrero de 2025, y aunque es apenas el segundo mes del año, en Querétaro los tiempos políticos ya empiezan a acelerarse. No es sorpresa: en este estado, la sucesión gubernamental es una carrera de largo aliento, y quien se duerme, pierde. Rumbo a 2027, los aspirantes y suspirantes ya empiezan a moverse, y con ellos, las encuestas que buscan posicionar nombres, medir tendencias y preparar el terreno para las futuras candidaturas.
Lo que hace apenas unos meses era un murmullo en círculos cerrados, hoy empieza a ser conversación pública: ¿Quiénes quieren la gubernatura? ¿Quiénes tienen posibilidades reales? Y sobre todo, ¿qué partido podrá consolidar una estrategia ganadora?
En este contexto, empiezan a darse los primeros reacomodos políticos. No es un fenómeno exclusivo de Querétaro ni tampoco una novedad en la política mexicana. Sin embargo, los cambios de partido deben analizarse con lupa. Hay quienes buscan espacios donde puedan desarrollar mejor sus proyectos y conectar con una base política más afín, pero también están aquellos cuya mudanza responde a cálculos personales más que a principios.
El electorado de Querétaro, que ha demostrado en elecciones recientes ser cada vez más crítico y exigente, seguramente sabrá diferenciar entre quienes cambian de camiseta por convicción y quienes lo hacen por conveniencia. Porque al final, más allá de los colores partidistas, lo que importa es la credibilidad y la capacidad de ofrecer resultados.
Una batalla en las aulas
Mientras los políticos juegan al ajedrez de cara a 2027, el gobernador Mauricio Kuri ha emprendido una cruzada con un objetivo claro: restringir el uso de celulares en las aulas y durante los horarios de clase. Se trata de una medida que ha generado debate, pero que responde a una preocupación creciente: el impacto de la tecnología en la salud mental de niñas, niños y adolescentes.
Los datos no mienten: el ciberbullying, la exposición a la violencia digital, la sobreestimulación constante y la adicción a las pantallas han cobrado factura en las nuevas generaciones. Ansiedad, depresión, aislamiento y trastornos del sueño son sólo algunas de las consecuencias documentadas de una infancia y adolescencia hiperconectadas.
Kuri ha decidido enfrentar el problema con una política que, si bien puede resultar impopular para algunos sectores, busca priorizar el bienestar de los estudiantes. Y aunque la propuesta tiene detractores —algunos argumentan que los celulares también son herramientas educativas y de seguridad—, lo cierto es que el abuso de la tecnología dentro de las aulas ha rebasado todos los límites.
El desafío será cómo implementar la medida de manera efectiva. ¿Qué papel jugarán los maestros y padres en esta regulación? ¿Cómo se garantizará que los alumnos no enfrenten problemas de comunicación en casos de emergencia? Son preguntas que deberán resolverse en las próximas semanas.
El reloj avanza
Mientras la política local entra en ebullición rumbo a 2027, y la batalla contra el uso excesivo del celular en las aulas comienza a tomar forma, Querétaro avanza con la mirada puesta en el futuro.
El reloj no se detiene. Y aunque estamos en 2025, el 2027 ya se siente a la vuelta de la esquina.