Mónaco. Este viernes, el mundo del arte lamenta la pérdida de uno de los más grandes exponentes del arte contemporáneo, el pintor, escultor y dibujante colombiano Fernando Botero, quien falleció a los 91 años de edad en su residencia en el principado de Mónaco. La noticia llega después de que el artista enfrentara complicaciones de salud debido a una neumonía.
Botero, nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín, Colombia, deja una huella imborrable en la escena artística internacional con su estilo único, caracterizado por la representación de voluptuosas figuras. Su obra se ha exhibido en los museos más prestigiosos del mundo y ha adornado las calles de capitales importantes como Estados Unidos y Francia.
El artista, hasta la semana pasada, continuaba trabajando en su pasión por la creación artística, pero lamentablemente, una neumonía lo llevó al hospital. A pesar de su lucha contra la enfermedad, el jueves pasado fue dado de alta con la esperanza de recuperarse en su hogar. Sin embargo, su salud se deterioró, y este viernes nos deja una inmensa pérdida en el mundo del arte.
El expresidente colombiano Juan Manuel Santos expresó su pesar en las redes sociales.
La obra de Botero, que desafiaba los límites convencionales del arte, atrajo a multitudes a lo largo de su carrera. Más de 300 mil personas se congregaron en el Palacio de Bellas Artes en México durante una de sus exposiciones, y 155 mil visitantes se maravillaron con su trabajo en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
El amor de Botero por México también se destacó a lo largo de su vida. En 2012, una exposición monumental titulada «Fernando Botero: Celebración» en el Palacio de Bellas Artes celebró su trayectoria y sus 80 años de edad, con la exhibición de 185 obras en el interior del museo y cinco esculturas gigantes en la explanada del Palacio.
Su hija, Lina Botero, quien curó la muestra en ese momento, compartió: «Mi papá tiene mucho aprecio por México, vivió varios años acá (1956 y 1957). Una etapa de mucha importancia, en la que se sentía pasión y gran interés por los muralistas mexicanos, fue aquí donde él descubrió su estilo y siempre ha tenido un vínculo muy cercano, viene todos los años desde hace mucho tiempo y se instala un mes en Zihuatanejo; para él, celebrar sus 80 años acá es maravilloso».
La partida de Fernando Botero deja un vacío irremplazable en el mundo del arte, pero su legado perdurará en la memoria y la admiración de generaciones futuras. Sus obras seguirán siendo un testimonio eterno de su genialidad y su contribución inigualable al arte universal.