Nueva York, Estados Unidos. El 6 de septiembre entró en vigor la Ley Local 18 de Nueva York, también conocida como la «Ley de Registro de Alquileres a Corto Plazo». Esta nueva legislación establece una serie de regulaciones significativas que afectarán a la industria de alquileres a corto plazo en la ciudad, particularmente a Airbnb.
Uno de los aspectos más destacados de esta ley es la obligación para todos los titulares de alquileres a corto plazo de registrarse en la ciudad y residir en el espacio que deseen alquilar. Además, se establece un límite máximo de dos personas por alquiler, y la estancia no puede superar los 30 días. La posibilidad de alquilar un departamento entero queda completamente descartada bajo esta nueva regulación.
Para garantizar el cumplimiento de estas normativas, la Oficina de Ejecución Especial (OSE) de Nueva York anunció que no otorgará licencias para operar a aquellos propietarios que no cumplan con los requisitos establecidos por la ley. La obtención de una licencia tendrá un costo de 145 dólares, lo que hace que el incumplimiento de estas regulaciones tenga un impacto significativo en los propietarios de alquileres a corto plazo.
La implementación de esta ley ha generado reacciones mixtas, especialmente entre los actores clave de la industria de alojamiento temporal. Theo Yedinsky, director de política global de Airbnb, expresó su preocupación en un comunicado, afirmando que las nuevas regulaciones representan un «duro golpe» para la economía turística de la ciudad y que enviarán un mensaje negativo a los visitantes potenciales.
Sin embargo, la compañía Airbnb también anunció que respetará las reservaciones realizadas antes del 5 de septiembre para estancias programadas hasta el 1 de diciembre de 2023. Los huéspedes afectados por la nueva ley recibirán un reembolso de la tarifa de servicio.
Según el sitio web Inside Airbnb, actualmente hay alrededor de 40 mil usuarios de la aplicación de alojamiento temporal en Nueva York, con más de 22 mil de ellos ofreciendo alquileres de corta duración en junio pasado. De acuerdo con cifras del periódico The New York Times, estos alquileres a corto plazo generaron 85 millones de dólares en beneficios durante 2022.
Se espera que esta nueva legislación tenga un impacto significativo en el mercado de alquileres a corto plazo en Nueva York y que los principales beneficiarios sean los hoteles tradicionales que buscan competir en este espacio cada vez más regulado.