Más de 2,300 millones de personas viven en países con estrés hídrico y 733 millones habitan en naciones con estrés hídrico crítico, según un informe de la ONU-Agua. Esto significa que la demanda de agua en estas regiones es más alta que la cantidad disponible o que su uso ha sido restringido por su baja calidad. Además, el 26% de la población mundial carece de acceso a servicios de agua potable gestionados sin riesgos.
El informe también indica que 107 países no están bien encaminados para gestionar de manera sostenible sus recursos hídricos de aquí a 2030 y que para 2025 habrá 1,800 millones de personas viviendo en países o regiones con absoluta escasez.
Expertos alrededor del mundo han expresado su preocupación y recordado las palabras de Ismail Serageldin, vicepresidente del Banco Mundial, quien afirmó en 1995 que las guerras del próximo siglo serían por el agua. El investigador Manuel Perló Cohen señala que, si no se realizan cambios y se modifica el espectro del problema, la situación podría llegar a enfrentamientos y posiblemente a la guerra.
Hay cinco zonas alrededor del mundo donde las disputas por el agua podrían intensificarse en el corto y mediano plazos si no se promueve una mediación efectiva entre los distintos actores involucrados: la cuenca del Nilo, el río Indo, la cuenca del Tigris y del Éufrates, la cuenca del Ganges-Brahmaputra y la región de Oriente Medio.
(Con información de Gaceta UNAM)