Querétaro. En el marco de la conmemoración de los 400 años de educación humanista en Querétaro, la Facultad de Filosofía (FFi) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) organizó la conferencia magistral titulada “El legado de los jesuitas en México y Querétaro”. Este evento, a cargo del destacado académico e investigador Arturo Reynoso Bolaños, ofreció una profunda reflexión sobre las raíces pedagógicas y filosóficas que dieron forma a las instituciones educativas de la región.
Oliva Solís Hernández, titular de la Secretaría Académica de la UAQ, resaltó el valor de esta conferencia como un puente entre la comunidad universitaria y su historia. “Este espacio permite comprender las bases educativas que, desde hace siglos, han moldeado nuestras instituciones”, subrayó.
Durante su intervención, Reynoso Bolaños trazó una línea histórica sobre el surgimiento de la Compañía de Jesús en el siglo XVI bajo el auspicio del Papa Paulo III. Según el especialista, esta orden religiosa redefinió la pedagogía de su tiempo con un enfoque integral que trascendió fronteras, fundando escuelas que aún hoy son referentes educativos.
Uno de los puntos centrales de su exposición fue el análisis del modus parisiensis, el modelo educativo adoptado por los jesuitas que integraba formación intelectual y moral. Este sistema, explicó Reynoso, se estructuraba en torno al Trivium (gramática, lógica y retórica) y el Quadrivium (aritmética, geometría, música y astronomía), pilares del pensamiento jesuita.

El académico también destacó el proceso de incorporación de los estudios humanísticos en las universidades. Mientras la ciencia fue adoptada rápidamente, señaló, el humanismo tardó en encontrar su lugar, en parte gracias a la influencia de la filosofía isocrática. Esta integración permitió un equilibrio entre las tradiciones científicas y humanísticas, característica del modelo jesuita.
En su conclusión, Reynoso Bolaños reflexionó sobre la vigencia de este legado en las instituciones educativas de Querétaro, enfatizando su impacto en generaciones de estudiantes. Invitó a los asistentes a valorar esta herencia cultural y educativa como un componente esencial de la identidad académica de la región.
La conferencia se convirtió en un emotivo recordatorio del papel de los jesuitas en la construcción de un proyecto educativo integral, cuya influencia perdura en las aulas de la UAQ y más allá. Este evento no sólo celebró un aniversario histórico, sino que también revitalizó el interés por la educación humanista en el contexto moderno.