La sonda robótica Luna-25 no logró alunizar con éxito en el polo sur de la Luna, poniendo fin a las esperanzas de Rusia de convertirse en el primer país en lograr esta hazaña histórica, un duro revés para la agencia espacial rusa Roscosmos. La región polar sur de la Luna ha sido objeto de interés debido a sus importantes reservas de agua, lo que ha desatado una competencia entre las principales potencias espaciales por su control.
El intento de alunizaje se vio truncado cuando la sonda Luna-25 experimentó problemas durante una maniobra de aproximación a la órbita de prealunizaje, según informó Roscosmos. La agencia espacial rusa comunicó que «el aparato se movió a una órbita no prevista y cesó su existencia como resultado de un choque con la superficie de la Luna». La comunicación con la nave se perdió tras la maniobra y, a pesar de los esfuerzos por restablecerla, se confirmó finalmente el fracaso de la misión.
La causa del fallo se atribuyó a un impulso excesivo durante la maniobra, lo que provocó que la sonda cambiara a una órbita más pronunciada y finalmente chocara contra la superficie lunar. La Luna carece de atmósfera, lo que complica las maniobras de alunizaje, ya que las naves no pueden utilizar paracaídas y deben confiar en retrocohetes y sistemas automáticos de alunizaje.
Hasta la fecha, sólo Estados Unidos, la Unión Soviética (Rusia) y China han logrado alunizar con éxito en la Luna. El polo sur lunar representaba un desafío particularmente complicado, y ningún país ha conseguido alunizar en esa región hasta el momento.
El fracaso de la misión Luna-25 supone un duro golpe para el programa espacial ruso, especialmente en un momento en que el país enfrenta la complicada situación en Ucrania y las sanciones económicas impuestas por las naciones occidentales. En respuesta al incidente, Roscosmos anunció la creación de una comisión para investigar las razones detrás de la pérdida de la nave.
Cabe recordar que Rusia ya había experimentado un fracaso similar en el pasado. En 2011, la sonda Fobos-Grunt, destinada a Marte, también cayó a la Tierra después de perder la comunicación con Roscosmos poco después de su lanzamiento.
Aunque el alunizaje en el satélite natural de la Tierra sigue siendo un reto técnico considerable, la competencia en esta área se mantiene. India, por ejemplo, también tiene planes de alunizar en el polo sur de la Luna con su sonda Chandrayaan-3, que lleva consigo un pequeño robot móvil para explorar la superficie lunar cercana a su punto de alunizaje. Se espera que India realice su intento el próximo miércoles.
La Luna-25 tenía como objetivo principal la búsqueda de agua helada en la Luna, un recurso crucial para futuras misiones espaciales. La sonda iba equipada con instrumentos científicos para analizar la composición del terreno lunar y determinar la presencia de hielo, así como otros elementos importantes. A pesar del fracaso, Roscosmos planea continuar con futuras misiones, incluida la Luna-26, una sonda orbital, y las misiones Luna-27 y Luna-28, que tienen como objetivo obtener muestras de la región polar lunar.
El intento fallido de Rusia subraya la dificultad y la complejidad de las misiones de exploración lunar y resalta la importancia de la colaboración y la innovación en la carrera por el espacio profundo.