Ciudad de México. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció que a partir del 3 de junio, y hasta el 9 de junio, los consumidores de diésel en México deberán pagar un impuesto especial de 6.5 pesos por cada litro adquirido. Esta medida implica la eliminación del estímulo fiscal sobre el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) al diésel, algo que no ocurría desde hace 2 años y tres meses, de acuerdo a lo publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
La última vez que los transportistas pagaron el impuesto completo del IEPS al momento de comprar diésel fue en la semana del 13 al 19 de febrero de 2021. A partir de ahora, los consumidores deberán hacer frente a este impuesto durante la semana mencionada.
Con relación a la gasolina Premium, el DOF establece que los consumidores deberán pagar 4.92 pesos de IEPS por litro adquirido, lo que representa un estímulo del 1.45% para la semana correspondiente. Por su parte, los consumidores de gasolina Magna deberán pagar 4.22 pesos del IEPS por cada litro, aunque se les otorga un estímulo del 28.65% para la semana que concluye el 9 de junio.
Es importante destacar que tanto la gasolina Premium como la gasolina Magna han experimentado aumentos consecutivos en las últimas semanas. La decisión de eliminar el estímulo fiscal al diésel y aumentar los impuestos a los combustibles se atribuye a factores como la reducción gradual de los precios internacionales de los combustibles y la necesidad de aumentar la recaudación del erario público.
Según la Secretaría de Hacienda, el cobro del IEPS a las gasolinas ha mostrado cifras positivas durante los últimos seis meses. Sólo en abril, se recaudaron 14 mil 512 millones de pesos, convirtiéndose en la cifra más alta en lo que va del año. Esto se debe, en parte, a la disminución de los estímulos fiscales y a los menores precios internacionales de los combustibles.
En el periodo de enero a abril de 2023, la recaudación del IEPS a los tres combustibles mencionados alcanzó los 44 mil 353 millones de pesos, lo que representa un aumento anual del 104% en términos reales.
Estas medidas fiscales tendrán un impacto directo en los consumidores, quienes deberán asumir el aumento en los precios de los combustibles durante la semana en cuestión. El gobierno mexicano busca garantizar una mayor recaudación para hacer frente a las necesidades económicas del país y reducir la dependencia de los subsidios en el sector energético.