Campeche. La ciudad de Campeche ha sido testigo de una manifestación multitudinaria en apoyo a los Policías Estatales, quienes desde hace seis días han protestado por las condiciones de trabajo y seguridad, así como por la gestión de las autoridades locales en relación con el reciente motín en el penal de Kobén. Exigen la renuncia de la gobernadora Layda Sansores y de la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana.
El pasado viernes, las alarmas de seguridad en el Centro de Reinserción Social de Kobén alertaron sobre un motín entre los reclusos, desencadenando un incidente que dejó más de 30 agentes policiales heridos. Según informes, agentes de la división «Mujer Valiente» fueron enviadas al lugar sin el equipo necesario, resultando agredidas física y sexualmente por los internos. Además, denuncian haber carecido de equipamiento adecuado para enfrentar las agresiones con piedras, botellas y bombas molotov.
En respuesta a estos eventos, familiares y ciudadanos se unieron a la protesta de los policías, marchando por el malecón de la ciudad hasta llegar al palacio de gobierno. Con pancartas en mano y consignas de «¡Fuera Marcela!» y «¡Policías no están solos!», exigieron la renuncia de la secretaria de seguridad Marcela Muñoz Martínez, así como de la gobernadora Layda Sansores.
Los manifestantes han elevado sus voces exigiendo la renuncia de la gobernadora Layda Sansores, a quien responsabilizan de lo que consideran una falta de liderazgo y respuesta efectiva frente a la crisis que enfrenta el estado. Con consignas de «¡Fuera Layda!», expresan su descontento y demandan un cambio en el gobierno que garantice la seguridad y el bienestar de la población. La presión sobre las autoridades continúa en aumento mientras la comunidad busca soluciones concretas a los desafíos que enfrenta Campeche.
A pesar de la protesta, la gobernadora Layda Sansores ha ratificado en su cargo a Marcela Muñoz Martínez como secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana. Sansores ha advertido a los policías que su participación en las protestas podría ser considerada como delitos, con posibles penas de hasta 12 años de cárcel.
La comparecencia de Marcela Muñoz ante la Comisión de Seguridad del Congreso reveló que 20 policías resultaron lesionados en el motín, con al menos 50 quejas presentadas por elementos que reportan estrés postraumático.
Mientras tanto, la exigencia de los manifestantes en las calles de Campeche sigue siendo clara: la destitución de las autoridades responsables de la seguridad en el estado y la demanda de mejores condiciones laborales para los policías estatales. La tensión persiste en la ciudad mientras las autoridades enfrentan el desafío de restaurar la confianza y la seguridad en el sistema penitenciario y en el cuerpo policial.